Tránsito Lento, post Cirugía Bariátrica

Ornella Allegro

Hablar de constipación o estreñimiento no es fácil, ya que muchas veces nos da vergüenza reconocer que tenemos este problema, que para la gran mayoría es bastante íntimo. ¿Pero que entendemos por estreñimiento? Técnicamente es una condición que consiste en la falta de movimiento regular de los intestinos (peristalsis intestinal), lo que retrasa la defecación y se debe realizar un gran esfuerzo para conseguirla. 

Una digestión normal implica no realizar esfuerzo para que se genere la defecación y con una frecuencia de 3 veces en el día o cada 3 días, siempre y cuando su forma sea regular, como la forma de una serpiente.

La alimentación afectará tanto la consistencia como la frecuencia que tendrán nuestras heces, por lo que no es bueno compararse con otras personas, ya que el organismo se comporta de forma diferente en cada uno de nosotros.

La fibra y el agua juegan un rol primordial para mantener un tránsito intestinal normal y regular, por lo que la falta de alguno de estos, generará retraso o lentitud en la defecación.

Es importante que las personas que van a realizarse una cirugía bariátrica o están pensando en hacerlo, deben realizar modificaciones alimentarias después de la cirugía, las cuales se inician durante los meses preoperatorios. Es primordial, que los pacientes internalicen que su alimentación no será la misma de antes, deben modificar la forma en que comen y los hábitos de alimentación, con el fin de que su organismo se adapte a este nuevo sistema digestivo.

El cambio en la alimentación durante los primeros días frecuentemente lleva al paciente a un bajo consumo de fibra y a una baja ingesta de líquidos por la sensación de satisfacción temprana o por el simple miedo de sentir dolor o molestias. Esto puede producir cambios en el hábito intestinal, por la disminución de la peristalsis post cirugía.

Esta situación es un problema transitorio, que puede conllevar un tiempo de adaptación que varía según el paciente debido a que esta peristalsis esta asociada al bajo consumo de líquidos. No deja de ser una situación incómoda, por la sensación de pesadez gástrica y los esfuerzos que se hacen para poder defecar, que puede conllevar a generar hemorroides o hernias, este último en casos extremos.

¿Cómo podemos prevenir el estreñimiento?

El uso de laxantes es un buen método para tratarlo, pero claramente la prevención es lo mas indicado y confiable en los pacientes bariátricos.

 Ingerir líquidos suficientes: aproximadamente entre 1 – 1,5 litros/día (durante la primera semana), fuera de los horarios de comida, por la sensación de plenitud que generan los líquidos. Las opciones pueden ser: aguas de hierbas con endulzante, aguas saborizadas sin azúcar (listas o en polvo), agua de cocción de frutas (ciruelas, pera, manzana).

  • Ingesta de fibra: A contar de la 2ª semana se comienza con la ingesta de fibra. En una primera etapa van cocidas y licuadas, por lo que el efecto que ejerce es menor, en comparación a la ingesta de la 4ª semana, donde las frutas y verduras van sin proceso de cocción y enteras o trozadas, por lo que se puede aprovechar mejor el efecto. En el caso de no lograr la ingesta de fibra por mala tolerancia, se deberá utilizar algún suplemento.
  • Ejercicio: la actividad física realizada de forma regular, va a generar una estimulación de los intestinos, además ayudará a mejorar su condición física y la baja de peso.

Por lo tanto, si usted presenta un tránsito lento previo a la cirugía, es importante indicarlo durante la consulta con su nutricionista, con el fin de que este sea regularizado antes de la cirugía y así evitar molestias y prevenir posibles complicaciones.